¿Es cierto que todas sus cualidades son defectos e impedimentos para la convivencia? ¿Es verdad que van a arrasar con la biodiversidad ellas solitas? ¿Las ha creado el mismísimo diablo, a su imagen y semejanza?
En vista de lo socialmente arraigadas que están algunas creencias sobre las cotorras (argentinas y de Kramer, en el caso que nos ocupa), no nos queda más remedio que divulgar ciertas informaciones basadas en estudios. Estas voces científicas contradicen y desautorizan los principales argumentos que se suelen dar para justificar el odio e incluso la matanza de nuestras vecinas aladas. Si te choca lo que vas a leer, es normal, llevan muchos años machacándonos con lo mismo. Pero en tu mano está acoger estas informaciones con honestidad y cambiar algunos puntos de vista, o seguir atrincherándote en las creencias y las versiones oficiales.
Algunas de las lindezas que se dicen sobre las cotorras y lo que en realidad ocurre:
1- “Son una especie invasora”
El concepto de “especie invasora” suele emplearse con fines alarmistas para asustar al público y crear sensación de peligro. [1] Es un concepto simplista que tiende a resultaren la demonización de estas especies, lo que justifica todo tipo de atrocidades que se cometan hacia ellas. Además, cada vez se está cuestionando más la solidez y la utilidad de dicho concepto. [2, 3, 4, 5, 6]
Las cotorras no nos han invadido: su presencia en Madrid se debe a las macroimprotaciones de animales realizadas en los años 80. [7] Ellas solo quieren sobrevivir y adaptarse al nuevo espacio en el que se les obligó a estar.
2- “Perjudican a las especies autóctonas y a la biodiversidad”
No está demostrado que las cotorras supongan un peligro para otras especies autóctonas, como el gorrión, ni hay informes científicos que demuestren la pérdida de biodiversidad por su presencia. [8, 9]
Por el contrario, existen investigaciones que han demostrado que sus nidos favorecen la nidificación de otras especies. [10, 11]
3- “Sus nidos son peligrosos”
Todavía no se ha documentado ningún caso en el que algún nido haya caído, pero creemos que eso es algo que se puede prevenir fácilmente con un control de los que supusieran peligro, al igual que se hace con las ramas de los árboles. [12]
4- “Son una plaga, son insalubres”
A día de hoy, no tenemos pruebas de que las cotorras en libertad transmitan enfermedades a seres humanos. La cotorra argentina es una especie que no suele tener muchos parásitos fecales. [13, 14]
La enfermedad que sí pueden contagiar (Chlamydia psittacii) no se detecta en estos animales cuando viven en libertad, así que lo peligroso en todo caso serían las tiendas que venden animales. [15]
5- “Son ruidosas”
El ruido en la ciudad es un problema que existe y que va mucho más allá de las cotorras. Vehículos motorizados, terrazas, tráfico aéreo, obras de construcción… Además, son una especie diurna que solo se hace oír durante el día.
6- “La matanza es la única solución”
Además de ser extremadamente crueles e injustas, las medidas letales no parece que vayan a resultar efectivas como método de control poblacional, pueden afectar a otras especies y posiblemente a medio plazo nuevos animales ocupasen ese nicho alimenticio que dejarían libre las cotorras. Hay elaborada un propuesta de gestión ética que busca evitar la masacre, tanto la que está en marcha actualmente en Madrid, como las que puedan ir llegando en diferentes municipios. [16]
Si quieres ampliar información sobre el tema, puedes ver esta charla de un ornitólogo o leer aquí sobre el informe que realizaron quienes ejecutaron la matanza en Zaragoza.
Quizá todo este te suene demasiado desafiante, demasiado nuevo o demasiado bonito. Te animamos a pinchar los enlaces, a buscar en las fuentes y valorar si merecen tu confianza o no. Y te animamos a hacer lo mismo con todas las cosas que te cuenten, no solo con las que te estamos contando aquí.
La convivencia es una de las más complicadas y a la vez necesarias artes. Ya sea con las cotorras argentinas o con las de Kramer, con nuestro vecindario, en nuestro centro de trabajo, con la familia… Diferentes personalidades atravesando diferentes momentos siempre pueden traer momentos de fricción. Tendremos que buscar las mejores maneras de solucionar o paliar los problemas entre iguales, pero la mejor solución nunca es una que elimina a una de las partes, es la que consigue que los intereses de las partes sintonicen en la misma frecuencia (o se acerca lo máximo posible).
Una última cosa: aquí se han compartido conocimientos que contradicen y desmantelan las habituales falacias que se dicen de las cotorras. Las cotorras no son lo que se dice que son. Pero podrían serlo, o serlo parcialmente, y nos parece importante dejar claro que eso tampoco nos parecería una justificación para masacrarlas como se está haciendo en diferentes puntos del planeta (ahora mismo está ocurriendo en nuestra ciudad, Madrid). Ese tipo de propuestas son inaceptables.
[2] https://www.alianzaeditorial.es/libro/ciencias/de-donde-son-los-camellos-ken-thompson-9788491043485/
[3] https://www.penguinrandomhouse.com/books/243204/the-new-wild-by-fred-pearce/
[4] https://www.nature.com/articles/474153a
[5] https://e360.yale.edu/features/native-species-or-invasive-the-distinction-blurs-as-the-world-warms
[6] https://onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/j.1366-9516.2004.00061.x
[7] https://www.kent.ac.uk/parrotnet/map.html
[9] https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/03949370.2015.1119761
[10] https://www.mdpi.com/2076-2615/9/11/923
[11] https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4647397
[12] https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/21658005.2017.1366293
[13] https://ri.conicet.gov.ar/handle/11336/102629
[14] http://dspace.cibnor.mx:8080/handle/123456789/1729
[15] https://sfamjournals.onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/jam.14136
[16] http://www.acabemosconelmaltratoalaspalomas.com/2019/12/gestion-etica-de-cotorras-guia-y-pliego.html