FCC y PP o el enésimo romance entre capitalismo y especismo

Hace ya un año que el Ayuntamiento de Madrid del Partido Popular adjudicó la matanza de cotorras a una UTE entre Matinsa y otra empresa que puede ser Dypsa o Dycsa, ya que estos dos nombres aparecen en distintos documentos relacionados con el contrato y en la web del ayuntamiento. Un error que ni siquiera se preocupan de corregir.

Una unión de empresas unicamente para hacer esta tarea, matar a las cotorras de Madrid. Para ello se han destinado 2,9 millones de euros; presupuesto que el Ayuntamiento atribuyó necesario para llevar a cabo el exterminio de 12.000 cotorras.

Aún teniendo la propuesta de una gestión más ética donde el presupuesto necesario era menor, el consistorio decidió optar por la más cara y la menos ética.

Matinsa, forma parte del grupo FCC, al que no le hace falta presentación porque es de sobra conocido. No son nada nuevos los negocios mantenidos por esta corporación y el PP, como tampoco serían nuevas las noticias relacionadas con sobornos, corrupción, financiaciones ilegales…

Hagamos un poco de memoria.

En 2019 FCC fue imputada por la Audiencia Nacional por sobornos de 82 millones de euros en las obras del metro de Panamá.

Resultó culpable por delitos de corrupción en transacciones económicas internacionales y blanqueo. Asociada con la empresa Oderbrecht participó en el concurso para las obras de construcción del metro de Panamá, donde fueron las únicas adjudicatarias, sobornaron al ministro de Panamá y para pagarle sobredimesionaron el acero necesario para las obras, además de cobrarlo al doble de su precio.

 

El nombre de FCC también aparece en el sumario de la “Caja B” del PP, un sistema de financiación del partido nutrido por donativos y aportaciones de empresas a cambio de adjudicaciones públicas. FCC, por su parte, hizo tres entregas en 2001 y 2008 por un total de 195.000 euros, también en época electoral.

Es reseñable que el presidente de la compañía entre 2001 y 2013 fuera José Mayor Oreja, hermano de Jaime Mayor Oreja, exeurodiputado y exministro del Interior en el gobierno de José María Aznar. En los papeles de Bárcenas constaban donaciones de FCC al PP por un total de 195.000

La constructora pagó 710.000€ a Jordi Pujol Ferrusola a cambio de la adjudicación de obras públicas en Cataluña y también aparece implicada en caso “Innova” por el desvío de fondos en la construcción del Hospital de Sant Joan de Reus.

Otro escándalo más de la compañía fue el intento de soborno de dos concejales socialistas de Xàbia para hacerse con la adjudicación del servicio de basuras, por un contrato de 10 años de 40 millones de euros. En esta ocasión, dos directivos de la empresa fueron imputados en este sumario. Uno de sus directivos fue detenido en enero de 2016 por el fraude en la recogida de basuras, precisamente en el contrato que tenía con el Ayuntamiento de Barcelona.

No podemos olvidar cómo esta corporación también ha estado implicada en la “Operación Púnica”, que investiga supuestos sobornos a políticos autonómicos y locales a cambio de adjudicaciones públicas. Francisco Granados exsecretario de Organización del PP en Madrid es el principal imputado. Waiter Music, otra de las empresas de la trama recibió donativos de 55.000€ por parte de FCC.

Parece que todo esto no es suficiente para dejar de confiar en una empresa, ni en un partido, ni en un gobierno. Habría que reflexionar mucho sobre esto y no hay suficientes líneas para hacerlo en este espacio. Porque de lo que queremos hablar es de los que salen peor parados, siempre los que están más abajo en la pirámide de la opresión, a los que menos se tiene en cuenta. Hablamos de los animales no humanos. Son ellos los que están sufriendo las peores consecuencias.

Un trato entre el Ayuntamiento de Madird y FCC de casi 3 millones de euros que le está costando la vida a miles de cotorras. El especismo da dinero,eso ya lo sabemos, la explotación de los cuerpos para sacar el máximo rendimiento. Al capitalismo le interesa que exista el especismo, le interesa una sociedad especista donde no se cuestione lo que se le hace a los demás animales.

 

¿Creéis que al Ayuntamiento de Madrid le importa la biodiversidad, le importan los gorriones, le importa el ruido? Si es así, poco lo ha sabido demostrar con otras políticas y acciones.

Lo que parece es que desde hace un par de años está preocupadisímo por la “invasión” de las cotorras y por ello se ha hecho una campaña contra ellas, acusándolas de algunos de los males que sufre la ciudad de Madrid. Y es que las políticas de conservación son desde hace mucho tiempo un negocio de miles de euros anuales que supera la intención de este artículo.

Introducir a las cotorras en el Estado español en la década de los 80 fue un negocio y querer acabar ahora con ellas es otro, ni más, ni menos.

El capitalismo, como dictan sus dinámicas internas, pasa una vez más por encima de cualquier vida para perpetuar sus beneficios.

Conoce a tus vecinas, evita su matanza

Tras dedicarnos a refutar las falacias que habitualmente se dicen sobre las cotorras (https://sonnuestrasvecinas.noblogs.org/enterate/) nos gustaría dar un giro a nuestra y vuestra mirada y acercarnos a la realidad de cómo sí son las cotorras.
Como en cualquier lugar, conocer a tus vecines hace que establezcas lazos, querencias y afectos que hacen que el día de mañana si tocan a une, nos tocan a todes. Por ello queremos mostraros algunas cualidades de estas vecinas que hacen que la ciudad de Madrid tenga un color más vivo, que traen una alegría con sus cantos que nos ayuda a olvidarnos por momentos del sonido frenético de la ciudad.
1. Las cotorras comparten sus nidos.
Las cotorras son aves gregarias, colectivas, crean comunidad. Y no solo entre los miembros de su misma especie. Estas aves son ingenieras de ecosistemas proporcionando cobijo a otras aves [1]. Existen observaciones de diferentes aves como gorriones (Passer domesticus), paloma zurita (Columba oenas) que aprovechan los nidos de las cotorras para crear sus espacios habitacionales, estableciéndose relaciones entre ellas [2],[3],[4].
¡Vamos como un bloque de vecines en el que puede que vivamos cada une de nosotres!

2. A las cotorras les encanta cotorrear entre ellas como a muches de nosotres.
Compartir conversaciones con nuestra gente es algo que hacemos y que a
parte de ser esclarecedor, es gratificante. A las cotorras también les encanta conversar entre ellas, solo tienes que estar un poco atente a su parloteo en cualquier parque donde están habitando. Vocalizan y modulan sus voces para comunicarse entre ellas [5].

3. Las cotorras conviven con la biodiversidad peninsular.
Se las acusa de desplazar a aves autóctonas como gorriones. Hemos visto anteriormente que para nada. También aves de importancia forestal (como dirían los conservacionistas) han sido observadas compartiendo los mismos lugares, el mismo espacio.
Si temes a alguien por su agresividad no te acercas a donde mora, intentas evitarle, por tu seguridad. De las cotorras se ha dicho que son aves agresivas dado su “comportamiento invasor”. Hay observaciones de cotorras junto a pico picapinos (Dendrocopos major), pito real (Picus viridis) [4], abubilla (Upupa epops), mirlo común (Tardus merula) entre otras aves que son indicadoras de salud ecosistémica y ambiental [6], [7].

4. Las cotorras alegran los parques con sus sonidos, sus colores, y sobre todo, con su actitud.
A muches de nosotres nos parece un regalo poder observar a estas aves que dan un toque de color a esta megaciudad que es Madrid, cuando surcan el cielo o están comiendo en los parques [8]. El amor a la diversidad consiste en eso, en acoger a lo diferente, a les otras formas de vida que comparten nuestro territorio, independientemente de dónde vengan y cómo sean. Simplemente por el hecho de estar, de existir puede ser un motivo de alegría
Puede que para otras personas humanas no sea así, pese a esto merecen respeto y no atentar contra su vida. Además, las cotorras son un ejemplo de actitud ante la vida y con el resto de aves con las que cohabita.

5. Las cotorras colaboran con sus aves vecinas para defenderse de los depredadores.
Como hemos comentado en la introducción cuando compartes espacio y te conoces, surgen diferentes afectos que hacen que se establezcan interdependencias y las necesidades sean mejor atajarlas en común que cada une por su lado. Las cotorras nos enseñan esto mismo con sus estrategias de defensa colectiva junto a otras aves para defenderse ante depredadores [1]. Puede que esta ave mal llamada “invasora” sea un ejemplo de convivencia que podríamos aplicar a nuestra sociedad. Puede que si conocemos mejor a les humanes que comparten espacios en nuestro barrio, edificio, trabajo, etc., podamos ver lo que nos une y hacer frente a las opresiones que nos atraviesan.

6. Las cotorras son supervivientes en la ciudad como muchas personas que viven en ella.
Sí, las ciudades, las grandes ciudades son sumideros de vida. Muches llegamos a ellas para buscar nuevas oportunidades, desarrollar nuestros anhelos y en muchos casos lo que nos encontramos es sobreviviendo más que viviendo.
Las cotorras han sobrevivido a ser secuestradas de sus hábitats, al comercio de sus vidas y luego se han adaptado al entorno que se han encontrado cuando han sido soltadas porque les humanes que un día las adquirieron ya no querían responsabilizarse de ellas o porque ellas mismas se liberaron. Han superado diferentes adversidades haciendo que sus poblaciones se establezcan en nuestros ambientes urbanos con éxito [9]. Puede que en vez de plantear su exterminio debiéramos estudiar más a fondo los mecanismos que han hecho que se conviertan en un símbolo de supervivencia, superación y acogida en una ciudad tan inhóspita como es Madrid.

7. Las cotorras molan muchísimo y aunque no molaran, no estaría justificado masacrarlas.
Al igual que en la primera parte de “Entérate” concluíamos reflexionando sobre en el caso de que fueran ciertos todos los bulos sobre ellas ¿No merecen un trato ético? En esta parte os hemos mostrado algunas de las bondades que conocemos, porque seguro que quedan más por descubrir y para ello tenemos que alentar por conocerlas, no por masacrarlas.
Por ello os invitamos a seguir conociendo a nuestras vecinas las cotorras y evitar su matanza. Más allá de gustos personales, las cotorras también son animales y como ya se ha demostrado [10], tienen capacidad de sentir además de intereses propios que merecen ser respetados. Por eso, en el caso de que fuera necesario intervenir en la población de cotorras, la única manera posible de hacerlo sería con una gestión ética.

Citas:
[1]https://www.mdpi.com/2079-7737/10/7/683

[2] https://www.mdpi.com/2076-2615/9/11/923

[3] https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4647397

[4]http://sergiodecarabias.blogspot.com/2019/10/la-cotorra-argentina-se-hace-amiga-de.html?m=1

[5]https://www.lavanguardia.com/vida/20040907/51262797649/el-lenguaje-de-los-loros.html

[6]https://www.miteco.gob.es/es/biodiversidad/temas/inventarios-nacionales/inventario especies terrestres/ieet_aves_sist_seg_indicadores_tendencia

[7] https://www.respiramadrid.org/post/biodiversidad

[8]Sal a un parque a observar quien lo habita, quien lo ocupa, quien lo vive.

[9]https://www.kent.ac.uk/parrotnet/map.html

[10] https://www.animal-ethics.org/declaracion-consciencia-cambridge/

La cotorra argentina se hace amiga de nuestros gorriones

*Reproducimos a continuación el artículo del mismo título escrito por Sergio de Carabias y publicado en su blog el jueves 17 de octubre de 2019: http://sergiodecarabias.blogspot.com/2019/10/la-cotorra-argentina-se-hace-amiga-de.html?m=1

De nuevo la cotorra argentina vuelve a ser protagonista en los medios generales de comunicación después de que la actual corporación del Ayuntamiento de Madrid al mando de José Luiz Martínez-Almeida, anunciara la semana pasada que, a partir del otoño de 2020, exterminará casi toda su población en la ciudad (unos 12.000 ejemmplares) con un gasto de cien mil euros.

Entre las muchas causas alegadas, ya de sobra conocidas, destaca el daño económico a infraestructuras y cultivos principalmente que provocan sus hábiles picos y pesados nidos (con riesgo incluido para las personas). Sin embargo, se recurre también a aspectos biológicos que, en palabras del delegado de Medio Ambiente, Borja Carabante, pueden resumirse en “los que vienen de fuera y lo hacen de forma agresiva no deben estar y no tienen el mismo derecho a la vida que tenemos todos“.

Efectivamente, una especie exótica invasora incluye en su propia definición ser agresiva y capaz de desplazar a especies autóctonas pero, justamente el motivo de esta publicación es mostrar una perspectiva distinta en la realidad de las cotorras.

Mi experiencia con estos ruidosos loritos verdes se remonta al año 2012 cuando llevé a cabo mi trabajo fin de carrera dirigido por Eduardo de Juana que se tituló: Expansión de la cotorra argentina en la ciudad de Madrid. Los datos que arrojaron aquel censo fueron de 1800 individuos, momento en el que la población estaba en clara expansión. Muchas eran las ideas preconcebidas que yo mismo tenía de las cotorras antes de pasar tantas horas observándolas por motivo del conteo de nidos que me permitió descubrir hechos y comportamientos que jamás había imaginado.

Por ejemplo, siempre había escuchado decir que la cotorra, más fuerte y grande, desplazaba a pajarillos menores que ella como el gorrión cuya población se encuentra en acusada recesión. Entre otras causas se da por hecho la competencia por el alimento y hasta la depredación directa sobre huevos y pollos. Sin embargo, en algunos de los nidos censados descubrí que ¡cotorras y gorriones compartían el mismo nido!

El ejemplo de líneas abajo lo encontré en el distrito de Hortaleza en unos focos que iluminaban unas canchas deportivas en el entorno del polideportivo Luis Aragonés y el Parque Viñuelas. Los gorriones además de merodear el entorno de los focos entraban y salían de algunas oquedades que quedaban en la parte inferior del nido.

Me atrevo a señalar que podemos encontrarnos ante un caso de inquilinismo por el que el gorrión obtiene una clara ventaja de construir su nido a buen resguardo del de la cotorra argentina que, además de ofrecerle un nuevo techo bajo el que nidificar, le protegerá de la llegada de potenciales depredadores como urracas. Mientras tanto, la cotorra, aparentemente, no se ve favorecida ni perjudicada por tal hecho.

Nido de cotorra argentina regentado por gorriones comunes. Año 2013. Destaca el ejemplar que se encuentra en la esquina superior izquierda del foco sobre el que se asienta el nido.

Otras instantáneas de relativa cercanía y convivencia que conseguí captar fueron junto al pico picapinos y pito real. Resulta fácil también contemplar bandos mixtos de cotorras y palomas que pastan juntas sobre el césped o acuden simultáneamente a comer el pan y otros alimentos que algunas personas les dan.

Cotorra argentina próxima a Pico picapinos.

El mismo caso encontré en los nidos de Casa de Campo que eran compartidos por cotorras, gorriones ¡y cigüeñas!

Nido de cigüeñas en Casa de Campo con la Torre de Madrid al fondo. Observación de entrada y salida de Cotorra argentina y Gorrión común en la parta baja. Año 2013.

 

Pito real “al acecho” de una cotorra argentina que pasta tranquila.

Por último, el caso de aparente inquilinismo que más llamó mi atención fue encontrar una paloma zurita en el interior de un nido de cotorra argentina, hemos de suponer casi con total seguridad que abandonado.

Paloma zurita en el interior de un nido abandonado de Cotorra argentina en el Parque de Aluche

De todo lo anterior deduzco que la presencia de la cotorra argentina en nuestras ciudades ha de estudiarse en profundidad desde un punto de vista propiamente ecológico, analizando a fondo sus interacciones con el resto de seres que lo componen. Cabe preguntarse si la tan señalada Cotorra argentina y acusada de todos los males, no merece mayor atención para incluso, descubrir si no es ella misma y su nicho ecológico el que puede facilitar el crecimiento de las poblaciones de algunas de nuestras aves autóctonas, algunasamenazadas, como el Gorrión común. Hasta aquí mi reflexión.